Baquedano: conoce esta calle histórica de Iquique
La ciudad portuaria de Iquique, ubicada al norte de Chile y cuyo nombre significa “lugar de sueños” en el idioma aymara, se ha vuelto cada vez más popular entre los viajeros por sus fantásticas playas y su zona libre de impuestos, conocida como Zofri.
Quienes han estado aquí, sin embargo, regresan no solo por sus modernos hoteles turísticos de clase mundial, su larga y hermosa línea costera desértica y el imponente Cerro Dragón, sino también por su encantador casco antiguo donde se encuentra la calle Baquedano.
Si te llama la atención ese balance perfecto entre cultura y relajación que ofrece Iquique, quédate leyendo hasta el final para que conozcas todo sobre su icónica calle, cuyo nombre hace honor al General Manuel Jesús Baquedano, un célebre héroe de guerra chileno.
Un vistazo a la calle Baquedano
Caminando por esta amplia calle peatonal que conduce al centro de la ciudad, te sentirás como si estuvieras en el lejano oeste y no en el Chile actual. No cabe ninguna duda de que, la que fue escenario de los días dorados del salitre, es la más antigua y linda de Iquique.
De hecho, durante los años del boom salinero (1880-1930), si vivías en la calle Baquedano era porque formabas parte de la élite. En la actualidad, se deja ver cubierta con adoquines —como en el pasado— para mantener su aspecto tal cual como en el pasado.
Las vías del tren que recorren el centro de la calle son prueba de los viejos tranvías que solían circular por ella, y los edificios y mansiones de estilo georgiano construidos en madera (pino de Oregón) entre finales del siglo XIX y principios del XX le dan su encanto característico.
Estas edificaciones suelen ser de dos o más pisos, y destacan por sus grandes patios que solían ser testigos de las reuniones familiares. Además, tienen muchas habitaciones que terminaban siendo alquiladas a extraños cada vez que estuvieran disponibles.
Con el tiempo, esto llevó a la creación de varios hoteles que no solo servían de hogar temporal a los trabajadores de la sal durante su estancia en la ciudad, sino que aún siguen funcionando como tal, lo que hizo que Baquedano fuera cada vez más popular.
Las autoridades, comprometidas con su conservación
La calle Baquedano fue declarada como “zona típica” en el año 1977, lo que significa que, con el fin de preservar el patrimonio histórico y arquitectónico, las fachadas o el interior de los edificios que dan a la calle no pueden ser remodelados ni demolidos sin autorización previa.
Si bien es una medida que no está exenta de polémica, lo cierto es que ha sido una forma muy exitosa de proteger lo que aún está en pie, incluyendo las estructuras, la calle empedrada y todo lo que está a sus alrededores.
La calle más visitada de Iquique
Baquedano nunca ha perdido el lujo y la distinción de sus orígenes. Hoy en día, la mayoría de los espectáculos públicos de la ciudad tienen lugar aquí, y también es el punto de encuentro de los jóvenes para tocar su música, montar obras de teatro e incluso bailar.
Los vendedores ambulantes se han instalado perfectamente para exhibir sus artesanías, antigüedades, joyas, monedas antiguas, libros usados, souvenirs y todo tipo de comida callejera, entre un conjunto de fuentes de agua que están a lo largo de sus 15 cuadras.
Tomar una copa en algún bar de esta calle que nace y desemboca en el mar también es una posibilidad, así como almorzar y cenar en alguno de los típicos restaurantes que sirven pescado fresco, diversos platillos exóticos y cocina de autor con un toque chileno.
Además, sus museos y edificios históricos invitan a entrar para ver cómo era todo hace mucho tiempo, y los murales muestran el sacrificio y el esfuerzo de los trabajadores. Un conjunto de esculturas talladas en sal muestra la belleza y la dureza de este material.
¿Qué más se puede ver en la calle Baquedano?
En la calle Baquedano están algunas de las paradas imprescindibles de Iquique como la Plaza Arturo Prat, lugar donde está la icónica Torre del Reloj, el Edificio de la Sociedad de Empleados de Tarapacá y el Teatro Municipal. El histórico Palacio Astoreca es otro edificio destacado.
¡Vamos a conocerlos!
Torre del Reloj
La Torre del Reloj es considerada como el símbolo de la ciudad de Iquique. Es una enorme torre blanca de pino de Oregón con un reloj en su punta, de estilo ecléctico, que mezcla elementos góticos e islámicos.
Fue construida en 1878, cuando Iquique aún pertenecía a Perú, pero se trasladó al centro de la Plaza Arturo Prat en 1884, después de que la ciudad pasara a formar parte de Chile como consecuencia de la Guerra del Pacífico de 1880.
Por tanto, la Torre del Reloj representa la grandeza y el auge de la ciudad, que creció enormemente a finales del siglo XIX, como sabemos, gracias a la industria salitrera y la llegada de inmigrantes nacionales e internacionales.
Teatro Municipal
El Teatro Municipal de Iquique fue construido en 1889 por los hermanos Soler y se caracteriza por su fachada blanca, de estilo neoclásico, con cuatro figuras que hacen referencia a las cuatro estaciones del año, así como cuatro genios musicales y cuatro querubines en su interior.
Al igual que la Torre del Reloj, el pino de Oregón fue predominante en su construcción. También se usaron otros materiales como caña molida y arcilla para darle forma a esta edificación, que acogió representaciones internacionales de ópera, zarzuela y teatro.
Palacio Astoreca
El Palacio Astoreca es una casa-museo, declarado Monumento Nacional y que forma parte del Centro de Extensión Universitaria Arturo Prat. Ubicado en plena calle Baquedano, en él se realizan con frecuencia diversas actividades culturales de interés para la región.
Fue construido en 1903 por petición de una familia de comerciantes y propietarios de salitreras de la época. Sus salones tradicionales exhiben muebles de la época, a los que se suma una sala de exposición de colecciones arqueológicas.
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