Bahía de Corral: Un lugar en Valdivia lleno de historia
Las ciudades de Corral y Niebla, en Chile, están bordeadas por la imponente Bahía de Corral. Su entrada al mar y las fascinantes fortificaciones que la rodean la han convertido en un atractivo turístico que recibe a miles de visitantes cada año.
Así que si estás planificando viajar a Chile, este es uno de los lugares que tienes que conocer.
¡Veamos por qué es tan famosa!
Una bahía con historia de guerra
Solo imagina caminar por las ruinas de castillos que, en la época de la colonia, eran fuertes imponentes. Desde allí se resguardaba a toda una población de los ataques que se perpetraban desde el mar.
Parece una historia salida de una película de Hollywood, pero así fue entre los siglos XVI y XVIII. Y como protagonista inerte de todo lo que allí se vivió, una inmensa bahía que ofrece el mismo color azul de sus aguas que hace cientos de años.
La Bahía de Corral se encuentra en la desembocadura del Río Valdivia. Según cuenta la historia, durante la colonia fue una de las bahías más fortificadas de toda Hispanoamérica.
La razón es que, entre los años 1645 y 1678, en la zona de Valdivia se construyeron 17 imponentes fuertes para proteger a las ciudades de los aventureros europeos que llegaban a través del mar.
Desde los castillos puede verse la inmensidad del mar, caminar por ellos es conocer espacios que se mantienen en pie a pesar del pasar de los siglos.
¡Empecemos este recorrido por las más importantes del área costera!
Castillo de Corral
Fue construido en el año 1645 y en ese momento bautizado como Fuerte San Sebastián de la Cruz. Luego, entre 1764 y 1767 se anexaron dos nuevas baterías que convirtieron a edificaciones aisladas en un solo castillo.
Se encuentra en una ensenada en el lado sur de la bahía, a aproximadamente 20 minutos de distancia en barco desde la ciudad de Niebla. Así que, para visitarlo, tendrás que embarcar un ferry, estas embarcaciones funcionan durante todo el día.
Fue declarado monumento histórico en el año 1950 y actualmente se pueden observar 12 cañones originales. En temporada alta, se organizan espectáculos para que los turistas puedan revivir la historia del siglo XVIII y así tener una óptica más interesante de lo que fue la época colonial en Chile.
Restos de la batería de Chorocamayo
Se encuentran en el cerro La Marina, desde allí se puede apreciar la Bahía de Corral en su mayor majestuosidad. Data del año 1779 y tenía capacidad para resguardar a unos 400 hombres, seis cañones de medio calibre y otros 15 de bala roja. Su ubicación era estratégica y dificultaba el ataque de los navíos.
Castillo San Luis de Alba de Amargos
Su construcción solo podía compararse con la de los mejores castillos de la época en Europa. Se encuentra a 53 pies sobre el nivel del agua, en la llamada Punta de Amargos.
Una de sus características principales es que, se hizo enteramente de piedras. Fue en el siglo XVIII que algunas de sus zonas se reforzaron con ladrillos.
En el interior contaba con cuarteles, una casa para el comandante y una capilla.
Hoy es un monumento histórico y, aunque sus construcciones interiores ya no están en pie, sí su estructura básica junto a las piezas de artillería que han sido restauradas. Gracias a ello sus visitantes pueden imaginar sus años de gloria.
Castillo de San Carlos
Está a 13 metros sobre el nivel del agua del océano y fue construido en el año 1962. Contaba con seis cañones de calibre 24, seis hornillos de bala roja y albergaba a 100 hombres para la guarnición.
Al igual que el fuerte de Amargos, su ubicación era estratégica para defender la entrada de la Bahía de Corral.
En el año 1950 fue declarado monumento histórico. En la actualidad solo se conservan sus ruinas.
Importante para el continente
La Corona Española en la época de la colonia descubrió que la Bahía de Corral era un lugar estratégico para la navegación desde Europa hasta la costa americana del Pacífico. Se trataba de la ruta obligada para llegar al Estrecho de Magallanes y del Cabo de Hornos
Así que, mantener el control de la zona era prioridad. Por ello se construyeron los fuertes que hoy se han convertido en referencia histórica y turismo para la zona.
En conjunto, todas estas estructuras hacen que la bahía de Corral cuente con el complejo defensivo más grande, la costa americana del Océano Pacífico.
La imponente naturaleza de la Bahía de Corral
La Bahía de Corral no solo es un sitio de interés para quienes aman la historia, sino también para disfrutar de la naturaleza y hacer turismo ecológico.
Allí se encuentra la Reserva Costera de Valdivia. Es poco conocida y visitada, pero es de gran importancia para la zona, ya que es una de las más grandes iniciativas de conservación natural del país.
Se encuentra a 40 kilómetros de la ciudad de Valdivia, en la pequeña comunidad de Chaihuínlo. Para llegar hay que hacer un recorrido en barco de unos 40 minutos.
Es de resaltar que esta reserva está bajo la responsabilidad del sector privado.
Se trata de un bosque antiguo de clima templado y húmedo de unas 50 mil hectáreas y los conservacionistas la definen como una zona de sobrevivencia de los bosques de Nueva Zelanda y de Australia. De allí que muchas de las especies que se pueden observar no sean nativas del continente americano.
Su conservación es un espectáculo en sí, en este espacio viven las especies de árboles más longevas del planeta. Algunos con entre 400 y 4 mil años.
También son de interés las comunidades indígenas que allí habitan, un campo dunar con restos arqueológicos, lagunas gemelas, senderos de antiguos alerzales para la observación de flora y fauna.
Si te gusta la historia y la naturaleza, la Bahía de Corral es un lugar que tienes que vivir, es uno de los mejores atractivos turísticos de Chile.
Esperamos que este post te haya trasladado a lo mejor de Valdivia. Ahora solo tienes que descubrir cómo viajar al mejor precio.